Como indicamos en el artículo anterior, la primera parte del auto cuidado es exploratoria: aprende a conocer y escuchar a tu cuerpo.
Iniciar tu rutina de auto cuidado es fundamental para vivir de forma saludable.
Mientras aprendes a estar presente, te invito simplemente a responder a tus propias necesidades e ir incluyendo o excluyendo prácticas según lo que tu cuerpo y mente te indiquen.
A veces es fácil caer en la trampa de esas necesidades, pero es el propio cuerpo quien reacciona y nos hace recordar por qué era que no debíamos… ¡plop!
Prácticas útiles de auto cuidado, parte 2
3. Ponte en movimiento
Las células del cuerpo necesitan regenerarse y el movimiento las ayuda a mantenerse activas y a cumplir sus funciones de forma correcta.
Además, cualquier forma de ejercicio ayuda a recargar energía y a disminuir la ansiedad y el estrés.
Aquí te enumero algunas ideas:
- Yoga o pilates
- Zumba
- Bicicleta
- Ejercicios de cardio y/o pesas
- Nadar
- Patinar
Lo más importante, es que lo hagas a tu ritmo, escuchando tu cuerpo y que te diviertas.
Ojo, siempre al principio cuesta, pero después tu mismo cuerpo te pide más.
4. Reconoce y acepta tus emociones
A diario pasamos por diferentes estados, sea cual sea la emoción, no la reprimas. Lo mejor es aceptarla, vivirla y desahogarse o disfrutarla.
Si estás bien, pues enfócate y alarga el momento. Si no lo estás, mantén la calma, piensa en positivo y respira…
Busca actividades que alimenten tu espíritu como rezar, meditar o incluso dormir, pues ayudan a resetear la mente y a equilibrar las emociones mientras nutren tu espíritu.
Hay herramientas que te pueden ayudar también a liberarlas: gritar, llorar, escribir, hablar, entre otras. Pero este es un tema que podemos tocar a profundidad con un experto más adelante.
6. Revisa tus hábitos
y elimina aquellos que son perjudiciales para tu salud y bienestar:
- Evita fumar y consumir alcohol o drogas, ya que son los hábitos más tóxicos de todos.
- Disminuye el tiempo de uso del celular y redes sociales que te desenfocan y distraen
- No te trasnoches
- Come a las horas adecuadas sin saltar ninguna comida
- Evalúa tus relaciones personales y aléjate de aquellas que no aportan nada a tu vida; más bien, invierte tiempo en cultivar las familiares y amistades.
- Expresa tu afecto más a menudo, amar también es auto cuidarse.
Auto cuidarse requiere de un proceso constante de conocimiento interior. Comienza con la escucha activa de cuerpo y mente, y se fomenta con lo que los nutres. Esto abarca también tu espíritu y tu energía vital.
Recuerda que lo que necesitas puede ser diferente todos los días, así que la clave es: estar presente y en acción.
Si no leíste la primera parte, acá te dejo el enlace.