El verano es la mejor época del año para mí, no solamente por la brisa fresca y el sol radiante, sino también por las frutas que aparecen de temporada y son maravillosas opciones para cuidar la piel.
Una de ellas es la sandía, refrescante y deliciosa… se me hace agua la boca solo pensar en ella, ¿a ti no?
Pues te comparto que la sandía se puede convertir, además, en un hidratante facial que puedes hacer y aplicarte en casa.
Sólo necesitas:
- 1 cucharada de miel de abeja
- 3 cucharadas de pure de sandía
La sandía es mayormente agua, pero además contiene aminoácidos y vitaminas A, B6 y C. Es súper rica en el antioxidante llamado licopeno, que la convierte en un ingrediente natural hidratante y calmante.
La miel de abeja, por su parte, es antibacteriana, limpia profundamente, ayuda a equilibrar la producción de grasa y ayuda a aclarar el tono de la piel. Además, tiene la capacidad de atraer y retener la humedad.
Al mezclar ambos ingredientes estás potenciando sus poderes individuales de hidratación. Tu piel quedará radiante y agradecida después de usarla, ¡te lo aseguro!
Hazlo en casa:
- Mezcla bien ambos ingredientes hasta que quede uniforme
- Retira todo resto de maquillaje, lava tu rostro y seca suavemente.
- Aplica la mezcla con una brocha cubriendo hasta el cuello y déjala secar por 15 minutos.
- A mí me gusta acostarme y relajarme para no mover los músculos de la cara.
- Pasado el tiempo, retira la mascarilla con una toalla húmeda y luego con agua fresca.
Esta es una mascarilla para aplicar hasta 2 veces a la semana de noche, porque la sandía reacciona con los rayos UV y puede manchar tu piel.
Es maravillosa para reponer la piel después de un día expuesta al sol.
¡Pruébala y déjanos tus comentarios!