Tu espacio de trabajo, sea en tu casa o en la oficina, debe ser único, especial, acogedor y estar adecuado a tus gustos y necesidades.
Los requerimientos básicos van desde un escritorio de tamaño correcto, una silla ergonómica que se ajuste a ti y mantenga una altura adecuada con tu cuerpo, así como espacio para guardar.
Trabajar con tu bienestar en mente requiere que también tengas hábitos saludables.
Checa estas ideas:
1. Ten una planta
Las plantas llenarán de vida y oxígeno tu puesto de trabajo y te ayudarán a mantenerte relajado y creativo. Se dice también que las plantas alejan las malas energías (a mí no me creas pero en mis días de trabajo en oficina vi varios cactus ponerse negros después de algunas visitas…).
2. Haz una lista de tareas
al iniciar tu jornada. Esto te ayudará a mantenerte organizado y enfocado. Pero, si al final de día no lograste completar todo, simplemente pasa la tarea a la lista del día siguiente.
Eso sí, no es recomendable que una misma tarea pase 1 semana sin realizarse. De tener alguna, evalúa porqué y, si no depende de ti, elimínala de tu lista.
3. Escucha música
que te ayude a concentrar, no que te distraiga. Usar un volumen medio te permitirá escuchar si alguien te habla y además protegerá tus oídos.
4. Toma mucha agua
y ve al baño las veces que lo necesites. Es una forma en que el cuerpo mismo te ayudará a tomar descansos. Por ninguna razón esperes a última hora para orinar, esto afecta tu vejiga y puede provocarte inflamación e infecciones.
5. Acepta participar en reuniones con temas puntuales.
Las reuniones pueden ser un distractor que te robe tiempo y atrase tu trabajo. En la medida de lo posible, asegúrate que las mismas se desarrollen dentro del tiempo programado.
6. Nunca compartas detalles de tu vida
No pierdas tiempo en conversaciones personales. Se llaman así porque son solo de la persona, no son para compartir.
7. Mantén tu escritorio ordenado
esto te ayudará a fluir mejor y con menos enredos. Al final del día guarda y deja todo acomodado y listo para el día siguiente.
El desarrollo de tu día de trabajo depende en gran parte de ti, lo que hagas o no influirá en que logres vaciar tu lista de tareas.
Recuerda respirar y disfrutar de tu día, ¡no hay nada mejor que hacer lo que a uno le apasiona!